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MITOS Y LEYENDAS

Aquí podrás conocer las clásicas historias que son parte de nuestra cultura popular y que son el reflejo de la idiosincrasia de Chile.
Los mitos y leyendas constituyen un relato que brinda un sello de identidad a las tan diversas costumbres y tradiciones que se reparten en las múltiples regiones de nuestra variada geografía.

EPEW. KVPVKA KUSHE.
Juan Caniulaf, (Comunidad Maiquillahue)

Mvley ka gen mawida, ta kuyfi mew, mvley kvpvka pigey pu mapuche. Kiñe wenxu piam ñamvmy ñi rvpv ñi wiñotuam ñi ruka, kintuyiawlu kulliñ, fey punmay, punmalu ti chi wenxu uma nagi, fey pefi kiñe kvxal ayiw, mawida tatvy, kiñe kvxal mvley, puru, purugey kiñe zomo inaltu kvxal wallimekey, utufi, pepufi ti zomo, feyti ti kvpvka. Fem niey ñi fenxe chi kexan xumaw, xumaw niey ñi ruka mew, ñi ruka re añpe ka . Fenxe chi poñi, wua, alfiz, kufentu niey ñi poñi, femuechi pefipulu weniyewi gu ka , kureyewi egu ka, kvpvka egu , feyti wenxu kisulefuy, lantu wenxu, ka niey pichike che, meli pichke che niey, fet ñiwiñ koni mawide mew, feyti nieyu ti kvpvka, fapvle kvpage anay pigey. Nielmy pichike che kvpalafimi ñi mogetupayam faw. May nien, meliley, kvpalfige pigey. Fey mogetupuy ka mvlelu fenxen kexan umapuy, ipuygvn. Kiñe feychi nentu zuamfi ti kvpvka, epu chagvl mvten nierkey ti zomo , feyta alkvy kvpvka illkuy. Chem pietew chi, mankvtuy ñi ruka, desapareciò toda la riqueza y el fuego igual, feyti wenxu felewey. Ay, awgellaymvn, feypimvn, nentuzuamfimi, kizulewey, amutuy ñi ruka mew, después consejo elufy femuechi, kvmelttuwtuygu femuechi mogelerpuy ti chi wenxu ti kvpvka egu, feyti chi apew zugu mvley ta tvfey, mawida mu mvlekerkey kvpvka . Kvpvka ta feyti pekefimvn ta kiñe pichi kulliñ, venado ta pikefimvn. Ese contiene ese venado, tiene dos uña no más.

EPEW. ANCIANA DUEÑA DE LA MONTAÑA
(TRADUCCIÓN)

Una vez un hombre que andaba buscando sus animales en la montaña se perdió, tampoco encontró sus animales. Se le hizo de noche tratando de encontrar el camino que llevara de regreso a su casa, así es que decidió alojarse en el monte. Cuando se acomodaba para descansar y dormir, de pronto vio un fuego en medio del bosque, alrededor del fuego bailaba una anciana. Se dirigió donde estaba la anciana, esta era la Kvpvka y al llegar cerca de ella descubrió que había una casa, que estaba hecha con materiales recogidos del monte. Tenía de todo, papas, arvejas, maíz. Saludó con mucho respeto a la anciana, luego se hicieron amigos y se casaron.
La anciana al saber que el hombre era pobre, viudo y que tenía cuatro hijos, le dijo: “si tienes hijos, tráelos, aquí hay de todo”. Así el hombre llevó a sus hijos, comieron y alojaron en la casa de la Kvpvka. Una noche mientras alojaban en casa de la anciana, uno de los hijos del hombre al mirar los pies de ella, riéndose dijo: mira, tiene sólo dos dedos la viejita. Al escuchar esto, la anciana se enojó mucho, pateó su casa y así desapareció todo, el fuego, la riqueza y la Kvpvka.
El hombre desesperado dijo a su hijo: ayayayay, porque te burlaste de la papay (anciana) ¡qué vamos a hacer ahora! Volvieron a su casa, aconsejó a todos sus hijos... pero finalmente siguió viviendo con la Kvpvka.


Entierros, tesoros y derroteros.

Es frecuente en la mitología chilena encontrar historias relativas a entierros, tesoros ocultos y derroteros mineros.
Los entierros pertenecen al mundo de la brujería o las alucinaciones, en las que no faltan extraños aparecidos. Hay ciudades donde es frecuente escuchar que guardan grandes entierros, pues antiguamente no existían ni bancos ni cajas fuertes donde se pudieran guardar los valores. Las personas hacían enormes hoyos, tanto en el suelo como en los murallones de las casas, para enterrar los objetos de valor.
La tarea de encontrar estos entierros se hacía muy difícil porque sus propietarios entregaban las señas de su ubicación poco antes de morir, y nunca eran muy claras. Otras veces las personas adineradas morían sin dar ninguna información sobre el codiciado botín.
Los tesoros escondidos se relacionan con historias de piratas. En Chile, como en otros países americanos, hubo frecuentes visitas de filibusteros a sus costas, quienes -se dice- escondían magníficos tesoros que pensaban volver a retirar. Para ello ordenaban a algún subalterno cavar un foso en un lugar estratégico, después de lo cual lo asesinaban para que no revelara el secreto. Se habla mucho de estos tesoros, pero el que más curiosidad despierta es el del pirata Francis Drake.
Los derroteros minerosson tesoros sepultados que pertenecen a un genio que lo defiende y vigila. Para esto adopta formas de animales, como un guanaco, un zorro rojo, un buitre, o un cabro negro que desaparece entre las grietas. Algunas personas cuentan que las vetas de plata u oro son cuidadas por un zorro rojo de lomo cerdoso y cola erizada.
Los mineros creen que este zorro es un brujo transformado en animal.
Se dice que para poder sacar los entierros, los tesoros y los derroteros, hay que cumplir con ciertas recomendaciones y creencias, porque quienes intentan apoderarse de ellos sufren desgracias y mala suerte.

Las casas misteriosas.

A lo largo de todo el país es común encontrar casas abandonadas que con el tiempo se han llenado de leyendas. En todos los pueblos existen casas donde penan; se ven fantasmas y se oyen ruidos como arrastres de cadenas y golpes. Estas construcciones despiertan el recelo de la gente y nadie se atreve a habitarlas.
Según la creencia popular las casas se cargan, y en ellas los moradores viven abrumados de males y desgracias. Para descargarla se realizan sahumerios y oraciones a santos como San Bartolomé.
Si lo que se quiere es evitar que el mal entre en una casa, se debe colgar una rama de salvia en lo alto de las puertas. Cuando la salvia llora, significa que se está aproximando el mal a la casa o gente dañina.

Algunas historias que se relatan sobre casas embrujadas son las siguientes:
en San Bernardo había una casa que llamaban la casa de las murallas embrujadas, donde la gente golpeaba de un lado y del otro lado le respondían los mismos golpes.
en Loncoche, en una casa deshabitada, se sentía a las doce de la noche la música de una orquesta.
en Santiago, la casa de la Quintrala permaneció doscientos años deshabitada y por este motivo pasó a ser una propiedad endemoniada.
en Chiloé, dicen que una casa a orillas del mar está habitada por fantasmas, y es corriente afirmar que los tripulantes del Caleuche la ocupan para sus fiestas.

Leyenda de Tierra del Fuego
YINCIHAUA
(Leyenda Selk’nam - Ona)

Todos los años en la primavera, las jóvenes mujeres onas se juntaban en una choza especial, para la importante fiesta llamada “yincihaua”. Acudían desnudas, con el cuerpo pintado y en sus rostros máscaras multicolores. Tenían gran imaginación para hacerse hermosos dibujos geométricos, que representaban los distintos espíritus que viven en la naturaleza. Ellos les daban los poderes que ejercían sobre los hombres.
Ese día una de las niñas tomó con mucho cuidado un poco de tierra blanca y empezó lentamente a trazar las cinco líneas que pensaba pintar desde su nariz hasta las orejas. Las otras jóvenes trataron de imitarla, ya que las figuras en el rostro eran muy importantes.
La fantasía de cada una se echó a volar y se pintaron de arriba abajo con armoniosas figuras. Unas a otras se ayudaban, pero para no ser reconocidas, se pusieron en sus rostros unas máscaras talladas. Blanco, negro y rojo eran los colores preferidos. En un momento dado, cuando ya estaban todas preparadas, salieron de la choza con grandes chillidos y mucho alboroto para asustar a los hombres que las esperaban afuera.
La bulliciosa ceremonia se encontraba en su apogeo y todos daban gritos, cuando sobre el tremendo ruido reinante se escuchó una fuerte discusión entre el hombre sol y su hermana, la mujer-luna.

-Yo no te necesito- insistía con altivez la luna.

-Sin mí, no puedes vivir- le contestó sarcástico el sol.

-Perdería mi brillo quizás, pero seguiría viviendo.

-Sin el brillo que yo te doy no vales nada.

-No seas tan presumido, hermano sol.

-Tú deberías ser más humilde, hermana luna.

Y así siguieron la disputa como dos niños chicos. Todos los hombres se pusieron de parte del sol y las mujeres apoyaron a la luna. La discusión fue creciendo, creciendo y ni siquiera el marido de la mujer luna, que era el arcoiris o “akaynic”, pudo lograr que la armonía volviera a reinar entre la gente de la tribu.
De pronto, un gran fuego estalló en la choza del “yincihaua”, donde las mujeres habían ido a buscar refugio cuando la pelea se hizo más fuerte. Allí estaban encerradas cuando las alcanzaron las llamas.
Aunque el griterío fue inmenso, ninguna logro salvarse. Todas murieron en el incendio. Pero se transformaron en animales de hermosa apariencia, según había sido su maquillaje. Hasta hoy mantienen esas características y las podemos ver, por ejemplo, en el cisne de cuello negro, en el cóndor o en el ñandú.
Afortunadamente ellas nunca supieron lo que había sucedido. Les habría dado mucha pena, porque fueron los propios hombres los que prendieron el fuego. Es que tenían envidia del poder que en el comienzo de los tiempos ostentaban las mujeres, y querían quitárselo.
Después de este penoso episodio, la mujer-luna se fue con su esposo “akaynic” hasta el firmamento. Detrás de ellos, queriendo alcanzarlos, se fue corriendo el hombre-hermano-sol, pero no pudo lograrlo.
Todos se quedaron, sin embargo, en la bóveda celestial y no volvieron a bajar a las fiestas de los hombres.

El Camahueto.

El aspecto del Camahueto es el de un ternero de color verdoso y con un pequeño cuerno en la frente. Nace en las profundidades de un alto de un cerro cercano al mar. Al salir a la superficie, lo hace con tal fuerza que va arrastrando a su paso árboles rocas y tierra, para llegar lo más rapidamente al mar donde alcanzará su estado adulto. Producto de ésto deja un surco un surco en la tierra que pronto se convierte en un arroyo.
Los Machis concientes de la hora y lugar donde aparecerá el Camhueto, lo esperan armados de un lazo de boqui con el cual pueden coger a este unicornio chilote para quitarle su preciado cuerno, y lugo dejarlo seguir su camino hacia el mar.